lunes, 28 de abril de 2014

Suave y cremoso puré de patatas con estallidos mágicos de gominolas de lima






Piensas que el mundo es un lugar ordenado y sencillo en el que hacer un puré de patatas consiste en hervir los tuberculos y pasarlos por el pasa puré con mantequilla y leche. Sin grandes misterios. Lo tienes dominado. Pero, como siempre en esta vida, nunca falta alguien que viene a demostrar la amplitud de todo lo que ignoras, y no lo sabes.

Heston Blumenthal es una de esas personas que enseña a ver lo concido con mirada renovada. Hasta hace poco yo creía tener bajo control el arte del puré de patata pero he comprobado que no solo estaba equivocada sino que apenas sabia un rábano del asunto.

Para empezar pensaba, como tantos otros, que las mejores patatas eran las harinosas. Pero resulta que las patatas más apropiadas para hacer puré son las patatas nuevas pequeñas,  patatas céreas con menos cantidad de almidón que las otras variedades, porque demasiado almidón puede arruinar la cremosidad de un puré y convertirlo en una masa pegajosa e inmunda.

Tampoco sabía que hervirlas correctamente era un proceso de dos pasos en el que primero se sellan y después se cuecen también para mantener a raya el indeseado almidón. 

No se me había ocurrido nunca que pudiera hacerse nada con las pieles de patata y hubiera tachado de loco al que me sugiriese infusionalas. No había colado nunca el puré aunque no sea una idea tan descabellada al fin y al cabo, ya que acostumbro a hacerlo con otros. 

Y jamás hubiera pensado que la patata combinase a la perfección con gominolas de lima, a pesar de que cueste encontrar algo con lo que no combine bien. 

Este es un plato extravagante pero sencillo a la vez con el que aprender a dominar ese ingrediente tan básico como es la patata. El puré resultante es algo extraordinario y aunque yo he usado menos mantequilla de la recomendada para contentar a los comensales que cuidan su figura la cremosidad del puré no ha tenido competencia con ningún otro que haya hecho jamás y recomiendo a todo el que tenga tiempo y un toque de locura perfeccionista a probarlo porque no se arrepentirá.




{RECETA DE PURÉ DE PATATA CON GOMINOLAS DE LIMA}

INGREDIENTES
Para el puré
  • 1 kg de patatas céreas (en mi caso patatas nuevas pequeñas)
  • 240 ml de leche entera
  • 250 g de mantequilla sin sal
  • Sal
Para las gominolas de lima (opcional)
  • 200 ml de zumo y ralladura de lima (6 limas)
  • 50 g de azúcar
  • 1 cucharada colmada de agar-agar

PREPARACIÓN

1. Pelamos y cortamos las patatas.. Reservamos las mondas para más tarde.

2. Para quitar el excedente de almidón,  las ponemos en un bol debajo del chorro de agua hasta que salga limpia.


3. Cocemos las patatas en abundante agua a 72ºC durante media hora. A esta temperatura, se sellaran capturando dentro los gránulos de almidón hinchado.

4. Escurrimos las patatas y las ponemos bajo el chorro de agua fría una vez más.

5. Las cocemos en agua salada hasta que estén muy hechas, casi a punto de deshacerse, unos 20 minutos.

6. Mientras las patatas se cuecen infusionamos la leche con las pieles de patata. Para ello calentamos la leche junto a las peladuras hasta que llegue a hervir y lo dejamos reposar durante 20 minutos.


7. Escurrimos las patatas y dejamos que expulsen el vapor unos cinco minutos. Secamos el puré en un olla de con mucha superficie y a fuego muy bajo.


8. Incorporamos la mantequilla. La cantidad de mantequilla en este caso es el 25% del peso de las patatas pero podemos incrementar la cantidad hasta un 50%.

9. Machacamos las patatas y si queremos que el puré nos quede verdaderamente fino, lo pasamos por un colador.

10. Añadimos la leche infusionada que teníamos preparada.

11. Servimos.


12. Para hacer las gominolas de lima. Calentamos el zumo, la ralladura y el azúcar en una cazuela. En cuanto rompa a hervir añadimos la cucharada sopera colmada el agar-agar.  Lo mezclamos y lo dejamos hervir a fuego lento 4 minutos.


13. Colamos la gelatina y la dejamos reposar en el frigorífico, aproximadamente 2 horas.


14. Una vez cuajada, cortamos la gelatina en pequeños dados de 1 cm y los colocamos sobre el puré.


NOTAS

1. Para hacer la gelatina he usado dos sobres de agar-agar de vahiné y como se puede observar no ha sido suficiente. La gelatina no ha cuajado completamente por lo recomiendo calcular que necesitaréis más de dos sobres de estos polvos o comprarlo en bolsas de mayor tamaño.

2. En el siguiente video, minuto 05:47, podeís ver a Heston preparar su suave y cremoso puré de patatas:  Al estilo de Heston Patatas



Cupcakes de calabacín y chocolate





Después de probar los cupcakes de calabacín especiados supe que la versión con chocolate sería algo extraordinario. Y no me equivocaba. El calabacín les aporta una textura jugosa y tierna mientras que el chocolate añade profundidad al sabor y los viste con su irresistible color marrón oscuro casi negro. A medio camino entre un muffin de chocolate y un brownie, estos cupcakes son más ligeros y esponjosos y se funden en la boca cual terrón de azúcar. 

Será una de las mejores maneras de añadir calabacín a tu dieta, al menos de las más dulces, y un éxito asegurado entre tus comensales que se preguntarán extrañados si les tomas el pelo o es cierto que un dulce tan bueno pueda llevar en su interior verdura.

Para hacer la base de los cupcakes he utilizado ésta receta de denikatessen, un blog de cocina repleto de recetas buenísimas que me encanta, y para el buttercream de chocolate blanco ésta otra receta del blog de Alma Obregón.




{RECETA DE CUPCAKES DE CALABACÍN Y CHOCOLATE}

INGREDIENTES (Para 12 cupcakes)
Para la base:
  • 180 gr de calabacín, rallado y escurrido
  • 150 gr de harina de repostería
  • 6 cucharadas (tbsp) (30 gr) de cacao en polvo alcalizado
  • 1 cucharadita (tsp) de café soluble
  • ½ cucharadita (tsp) de bicarbonato sódico
  • ¼ cucharadita (tsp) de levadura química
  • ½ cucharadita (tsp) de sal
  • 1 huevo 
  • 200 gr (1 cup) de azúcar moreno claro
  • 1 cucharadita (tsp) de extracto natural de vainilla
  • 120 ml  (½ cup) de aceite de girasol
  • Pepitas de chocolate (Opcional)
Para el buttercream de chocolate blanco:
  • 250 g de mantequilla sin sal 
  • 250 g de icing sugar
  • 100 g de chocolate blanco
  • 1 1/2 cucharadita (tsp) de extracto de vainilla
  • 1 cucharada (tbsp) de leche semidesnatada

PREPARACIÓN

1.  Limpiamos y rallamos el calabacín, con piel o sin ella. Después lo escurrimos bien con un trapo de cocina o un colador hasta que no suelte más agua. (Soltará mucha agua, hay que tener paciencia). Cuando esté seco, lo dejamos reposar sobre papel de cocina mientras preparamos el resto de ingredientes.


2. Precalentamos el horno a 175ºC y colocamos las cápsulas para 12 cupcakes en una bandeja para cupcakes o en flaneras... Reservamos.

3.  Tamizamos los ingredientes secos: la harina, el cacao en polvo, el café soluble, el bicarbonato, la levadura y la sal. Reservamos.

4. Batimos el azúcar, los huevos y el extracto de vainilla a velocidad media-alta hasta que quede bien mezclado.  Añadimos poco a poco el aceite y seguimos mezclando hasta obtener una mezcla blanquecina y cremosa (1-2 minutos)

5. Añadimos la mezcla de harina y batimos a velocidad baja hasta que la harina este completamente integrada. (Quedará una mezcla bastante espesa que se aligerará al añadir el calabacín)




6. Incorporamos el calabacin rallado y mezclamos con movimientos envolventes hasta que quede bien repartido. Después añadimos las pepitas de chocolate y procedemos de la misma manera.


7. Rellenamos las cápsulas sin llegar al borde y horneamos durante 20 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro del cupcake, éste salga limpio. 


8. Cuando estén listos los sacamos los dejamos reposar 5 minutos antes de desmoldarlos y reposamos sobre una rejilla para que se enfrien antes de decorarlos.



8. Preparamos el frosting. Sacamos la mantequilla de la nevera 10-15 minutos antes de empezar a hacer el buttercream. 

9. Derretimos el chocolate en el microondas o al baño maría con cuidado de no calentarlo demasiado. Una vez que este derretido, no hace falta que esté liquido, lo apartamos y esperamos a que se temple. 

10. Ponemos en un bol el icing sugar, la mantequilla, la vainilla y la leche y batimos primero a velocidad baja un minuto. (Es conveniente tapar el bol, para no manchar la cocina de azucar). Después batimos otros 2 minutos a velocidad media-alta. Por último añadimos el chocolate, ya casi frio, y batimos bien otros 2-4 minutos, hasta adquirir una mezcla con la consistencia deseada.

11. Decoramos los cupcakes con ayuda de una manga pastelera. Y servimos.


NOTAS

1. Es muy importante escurrir bien el calabacín. Porque de no hacerlo, añadiría demasiada humedad y los cupcakes quedarían demasiado densos. Pelar o no el calabacín es opcional. Si o pelamos el calabacín no se verá pero el resultado será el mismo, por lo que la decisión se toma en términos estéticos. Si empleamos calabacines grandes con muchas pepitas es conveniente quitarlas antes de rallar el calabacín.

2. Las pepitas de chocolate son opcionales pero añaden una textura y sabor extra a los cupcakes que para mi marca la diferencia. Podéis utilizar, chocolate troceado si no tenéis pepitas o añadir, si lo preferís, nueces u otro fruto seco en su lugar y con el mismo procedimiento.

3. Se conservan a temperatura ambiente en un recipiente cerrado o en la nevera. Y se mantendrán en buen estado de 2 a 3 días. 



lunes, 21 de abril de 2014

Crêpes Fines Sucrées, un desayuno con Julia Child






Todavía recuedo con gran aflicción y pena el día en que pedí creps en la terraza de aquel fatídico restaurante. Era verano, yo tendría unos 7 años y estaba acostumbrada a los maravillosos creps de desayuno dulces de mi madre. Pensaba, pobre ingenua, que los creps solo podían serlo dulces. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me trajeron unos creps salados, cubiertos de una salsa de queso que me decepciono tanto como si me los hubieran servido flotando en agua de mar. Probablemente, ahora que ya me hago mayor me los comería de muy buena gana pero entonces no pude dar ni un segundo bocado. He probado creps salados muy buenos desde entonces pero mis favoritos siempre serán los dulces. Especialmente y quizá por nostalgia, los creps con mermelada. 

Hacer creps en casa es muy fácil. Pero hacerlos muy bien, tiene sus secretos. Y nadie mejor para desvelarlos que Julia Child. Hay libros de cocina y cocineros, con cuyas recetas uno sabe que no puede fallar. Y uno de estos libros es el maravilloso "El arte de la cocina francesa" del que ya hable en la entrada dedicada al Boeuf Bourguignon de Julia Child. Cuando leí la receta de los creps del libro supe que serían algo extraordinario y no me equivocaba. Ligeras, suaves, esponjosas y finísimas láminas de placer dulces que hacen que levantarse de la cama sea de pronto la mejor idea del día.

Para desayunar creps lo mejor, en mi opinión es preparar la masa el día anterior y guardarla en la nevera donde se conservará en buenas condiciones hasta 3 días. Así a la mañana solo tendremos que cocinarlos, lo cual nos llevará tan solo unos minutos y no tendremos que esperar 2 largas horas a que la masa se asiente.

La receta que comparto a continuación es la misma que aparece en el libro El arte de la cocina francesa de Julia Child. En este video podéis ver a Julia preparar distintas variedades de creps dulces entre ellos los famosos creps suzzete.






 {RECETA DE CREPES FINES SUCRÉES DE JULIA CHILD}

INGREDIENTES
Para la masa:
  • 3/4 cup (taza)de leche
  • 3/4 cup (taza) de agua fría
  • 3 yemas de huevo
  • 1 tbsp (cucharada) de azúcar
  • 3 tbsp (cucharada) de licor de naraja, ron o brandy (opcional)
  • 1 cup (taza) de harina
  • 5 tbsp (cucharada) de mantequilla, derretida
  • Mantequilla clarificada, para cocinar
Para el relleno
  • Azúcar glas
  • Mermela
  • Fruta, quesó crema, requesón, chocolate... 

PREPARACIÓN

1. Para hacer la masa de crepes. Metemos todos los ingredientes en la batidora y batimos a velocidad alta hasta que quede una masa homogénea y bastante líquida.

2. Es probable que la harina se pegue en los costados del recipiente y debamos despegarla con ayuda de una espatula. Cuando este lista la guardamos tapada en la nevera y dejamos reposar al menos 2 horas (se conservarán bien hasta 3 días en la nevera).


3. Para hacer los creps. Calentamos una sartén antihaderente o de hierro de tamaño mediano o grande, a fuego medio alto. Antes de verter sobre ella la masa comprobamos si esta lo suficientemente caliente echando una gota de agua sobre ella. Si el agua se evapora rápidamente, pincelamos la sartén con un poco de mantequilla clarificada y dejamos que se caliente hasta que empiece a humear un poco.

4. Apartamos la sartén del fuego y echamos un 1/4 de cazo en el centro. Rápidamente, movemos la sartén de tal manera que la masa se esparza para todos lados y cubra todo el diámetro de la sartén en una capa muy fina. El primero será de prueba y nos ayudará a estimar la cantidad exacta de que debemos echar. Si vemos que hay exceso de ella, la apartamos y la echamos junto al resto. Devolvemos la sartén al fuego y cocinamos 45-80 segundos, o hasta que los bordes del crep estén dorados y al mover la sartén el crep se mueva libremente. Le damos la vuelta con la punta utilizando la punta de los dedos o una espatula. (Los dedos son la herramienta con más precisión). Cocinamos el otro lado 15-30 segundos más justo hasta adquiera ligeras manchas marrones. Sacamos el crep a un plato.

5. Podemos rellenar los creps una vez estén listos o en la misma sartén. Para hacerlo en la sartén huntamos el relleno escogido sobre la parte más fea del crep y lo doblamos por la mitad y de nuevo por la mitad para hacer triángulos o los enrollamos para hacer cilindros.




6. Servimos calientes o fríos espolvoreados con azúcar glas.



NOTAS

1. Si no tienes una batidora eléctrica, procede de la siguiente manera: trabaja gradualmente las yemas en la harina con una cuchara de madera, añade los ingredientes líquidos poco a poco y mezclando bien.Cuando la masa esté lista pásala por un colador fino.

2. Los creps de postre dulces suelen ser más ligeros y menos  densos que los salados. Estos en concreto deben su ligereza a que la leche esta diluida en agua. Para hacer que los creps sean más densos puedes utilizar solo leche o nata ligera en lugar de agua y leche.




Cupcakes de calabacín especiados. To Die For.





Aunque pueda sonar extraño a oídos no familiarizados con los postres de verdura, el calabacín, los americanos lo saben muy bien, resulta un ingrediente excelente para añadir textura, color y jugosidad a postres como este. Por no mencionar los beneficios psicológicos que se derivan del hecho de aligerar con verdura los bocados que más quebraderos de cabeza le dan a nuestros depositos de grasa.

Aunque se llamen de calabacín para nada saben a esta, por lo demás, exquisita, verdura. Saben a bizcocho y especias, a canela, a esponja, a azúcar... La textura es mullida y jugosa similar a la del bizcocho de zanahoria. Y acompañados del frosting de queso, realmente no debería haber alma humana capaz de resistirse a ellos. En mi casa, por lo menos, no la ha habido.

Para hacer esta receta he modificado la receta de "Lemon Zucchini Cupcakes" de DeNikatessen.


{RECETA DE CUPCAKES DE CALABACÍN}

INGREDIENTES (Para 12 cupcakes)
Para la base:
  • 120 gr. de calabacín, (Peso correspondiente a calabacín rallado y escurrido)
  • 140 gr de harina común
  • ½ cucharadita (tsp) de bicarbonato sódico
  • ¼ cucharadita (tsp) de levadura química
  • ½ cucharadita (tsp) de sal
  • 2 huevos 
  • 175 gr. de azúcar blanco
  • ½ cucharadita (tsp) de extracto de vainilla
  • 50 gr de nueces picadas
  • 1 cucharadita (tsp) de canela
  • 1/4 cucharadita (tsp) de nuez moscada
  • ½ cup (125 ml.) de aceite de girasol
Para el frosting:
  • 225 gr de queso crema (frío)
  • 75 gr mantequilla (10 minutos fuera de la nevera)
  • 100 gr de azúcar glas
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla 

PREPARACIÓN

1. Limpiamos y rallamos el calabacín, con piel o sin ella. Después lo escurrimos bien con un trapo de cocina o un colador hasta que no suelte más agua. (Soltará mucha agua, hay que tener paciencia). Cuando esté seco, lo dejamos reposar sobre papel de cocina mientras preparamos el resto de ingredientes.


2. Precalentamos el horno a 175ºC y colocamos las cápsulas para 12 cupcakes en una bandeja para cupcakes o en flaneras... Reservamos.

3. Tamizamos lo ingredientes secos: la harina, el bicarbonato, la levadura, la sal, la canela y la nuez moscada. Reservamos.

4. En otro bol, batimos el azúcar y los huevos a velocidad media-alta hasta que quede bien mezclado.  Añadimos poco a poco el aceite y seguimos mezclando hasta obtener una mezcla blanquecina y cremosa (1-2 minutos)



5. Incorporamos poco a poco la mezcla de harina que habíamos reservado. Mezclamos con la velocidad más baja de la batidora, hasta que la harina se haya incorporado completamente. 



6. Echamos el calabacín y lo mezclamos con una espátula y con movimientos envolventes hasta que quede bien repartido. Hacemos lo mismo con las nueces.



7. Rellenamos los moldes, sin llegar al borde, y horneamos a 175ºC durante 20-25 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro de uno de los cupcakes, éste salga limpio. Los sacamos y los dejamos reposar 5 minutos antes de desmoldarlos y reposarlos sobre una rejilla para que se enfríen completamente.


8. Para el frosting de queso. Batimos la mantequilla con las varillas e incorporamos poco a poco el azúcar glas. 



9. Cuando la mezcla esté homogénea añadimos el queso crema y la vainilla y batimos lo justo hasta incorporalo todo. (Hay que tener cuidado y no batir en exceso pues podría tornarse demasiado líquido)


10. Lo metemos en la nevera un rato para que se asiente bien y se endurezca un poco. Decoramos los cupcakes con ayuda de una manga pastelera

Fuentes

Receta adapatada de DeNikatessen


NOTAS


1. Es muy importante escurrir bien el calabacín. Porque de no hacerlo, añadiría demasiada humedad y los cupcakes quedarían demasiado densos. Pelar o no el calabacín es opcional. Si o pelamos el calabacin no se verá pero el resultado será el mismo, por lo que la decisión se toma en términos estéticos. Si empleamos calabacines grandes con muchas pepitas es conveniente quitarlas antes de rallar el calabacín.

2. Es habitual aromatizar estos cupcakes con limón y con jengibre. Si quereis hacerlos de limón añadid una cucharadita de ralladura de limón junto al azúcar. Y si los quereis de jengibre substituid la canela y la nuez moscada por una cucharadita de jengibre en polvo. Para aromatizar el frosting con limón añadid  de ½ a 1 cucharadita de ralladura muy fina de limón.

3. Las nueces se pueden eliminar o substituir por pasas o similares.

4. En cuanto a la elaboración del frosting es muy importante respetar las temperaturas indicadas. Los cupcakes con frosting de queso, se conservan en la nevera. En caso de no añadir frosting, se conservarán mejor fuera de ella. 




sábado, 19 de abril de 2014

Bacalao al pil pil de lujo





“Cuatro salsas ilustran la cocina vasca del pescado tradicional: una bermeja, oscura, delicada, que es la del bacalao a la vizcaína; otra blanca, untuosa y sutil, que es la del bacalao ligado o pilpil;  una tercera, negra y suntuosa, que es la de los chipirones en su tinta y,  finalmente, la salsa verde –mágica y traslúcida–, que es la de la merluza a la vasca.”
Nestor Luján, Historia de la Gastronomía.


Cuatro son también los ingredientes necesarios para hacer la mágica y deliciosa salsa pil pil:  bacalao, aceite de oliva, ajo y guindillas. Ingredientes comunes que esconden en su aparente sencillez, el poder de hacer una de las mejores salsas con las que se haya vestido nunca un pescado. El nombre de "pil-pil", proviene del sonido que producen al estallar "pil" las burbujas de albúmina que suelta el bacalao al confitarse. 

El bacalao al pil pil es uno de los platos favoritos de mi familia. Cualquier excusa nos vale para prepararlo. Cumpleaños, fiestas, ascensos, descensos... Yo incluso lo prefiero a la canónica chuleta y si no fuera porque es una engordera en toda regla y porque el bacalao no lo regalan, lo comería un día si y al otro también.

Es un plato muy importante de la cocina vasca que mucha gente teme hacer porque cree que requiere de mucha técnica para su correcta elaboración. Tal es el miedo que los hay que añaden harina a la salsa para espesarla, lo cual me parece un disparate innecesario ya que hay trucos muy sencillos que nos permiten, a los que carecemos del clásico juego de muñeca del pilpilero tradicional, hacer un bacalao tan digno como ningún otro. 

Son 3 las técnicas básicas para realizar la salsa pil pil. La primera o la técnica clásica del pilpileo, es la más laboriosa y consiste en mover la cazuela con gestos circulares, fuera del fuego hasta ligar la salsa completamente. La segunda técnica es montar el pil pil aparte haciendo una emusión con pieles de bacalao. Hacerlo de esta manera facilita mucho la elaboración de la salsa ya que las pieles son las que contienen la gelatina que hace posible el pil pil. Otra de las ventajas es que podemos utilizar la salsa para condimentar otros platos como si fuera una mayonesa. La tercera técnica, que es la que yo he usado en en esta receta, consiste en el uso de un colador para montar el pil pil una vez el pescado está hecho. Aunque al usar un colador uno pueda sentir que está haciendo trampa en realidad el resultado es idéntico al de la técnica más laboriosa y la dificultadad del plato se reduce dramáticamente.

La receta que he usado, es la que prepara Jose Miguel Olazabalaga en el programa de Robin Food. Lo único que he añadido es perejil picado al final, porque, aunque los puristas del bacalao al pil pil no lo aprueben a mi me gusta así. 




{RECETA DE BACALAO AL PIL PIL}

INGREDIENTES
  • 200 g de bacalao por persona (desalado)
  • 3/4 partes de aceite de oliva virgen
  • 1/4 de aceite de oliva suave
  • 4 dientes de ajo
  • 1 guindilla

PREPARACIÓN

1. Para desalar el bacalao. Lo ponemos en remojo, en agua fría y en la nevera, durante 48 horas, aproximadamente. Durante este tiempo, cambiaremos el agua cada 12 horas. Comprobamos si el tiempo ha sido suficiente. En caso de que esté listo, sacamos el bacalao del agua, le quitamos las espinas y lo secamos.
Si compramos bacalao ya desalado solo tendremos que secarlo con papel absorbente o un trapo.

2. Ponemos una sartén grande al fuego con el aceite y los ajos, cortados en láminas. Doramos los ajos, sin dejar que el aceite llegue a hervir y los retiramos a un plato cuando estén listos. (A mi me gusta añadir la una cayena junto a los ajos para añadir una chispa picante al aceite).

3. En la misma sartén colocamos el bacalao con la piel hacia arriba, y lo confitamos muy despacio. El fuego debe ser muy suave y el aceite no debe llegar a hervir.

4. Cuando el bacalao esté casi listo, lo sacamos a un plato y lo dejamos reposar unos minutos para que suelte el jugo con el que comenzaremos a montar el pil pil. (Sabremos que el bacalao esta listo, cuando presionando con el dedo la piel ceda hacia adentro con relativa facilidad o se distingan bien las láminas que lo componen.)

5. Comenzamos a ligar la salsa. Para ello, echamos parte del agua que ha soltado el bacalao en una cazuela, preferiblemente de barro, y lo emulsionamos removiendo con un colador y añadiendo poco a poco el aceite en el que habíamos confitado el bacalao. Si vemos que la salsa liga con facilidad y nos queda muy espesa añadimos el resto o parte del agua del bacalao.

6. Metemos el bacalao en la cazuela y lo napamos (cubrimos) con el pil pil. Si fuera necesario lo calentamos a fuego muy suave.

7. Añadimos los ajos, decoramos con guindilla y servimos.




NOTAS

1. Al ser un plato basado en el bacalao y el aceite es conveniente, si no imprescindible, que éstos sean de buena calidad para que el resultado sea óptimo. A nosotros nos gusta comprarlo ya desalado y siempre nos da buen resultado.

2. No se puede decir suficientes veces lo importante que es secar bien el  pescado antes de confitarlo y el control de la temperatura.

3. Los ajos ayudan a ligar la salsa por lo que puede que no sea conveniente eliminar este paso de la receta.